Aunque no lo creas, la mamoplastia no solo se refiere a la intervención quirúrgica para aumentar el tamaño de los senos. Este tipo de cirugía también incluye la mamoplastia reductora para ayudar a las mujeres con dolores de espalda y cuello, alteraciones de la postura o problemas para hacer algún deporte.
Si estás pensado en hacerte una mamoplastia reductora, o tu doctor la recomendó, seguro te preguntas si es el momento adecuado para hacerlo. Antes de contarte cuándo realizarla, te vamos a describir algunas de sus ventajas.
¿Cuáles son las ventajas de la reducción de pecho?
1. El pecho se verá mejor proporcionado y hará conjunto con tu cuerpo.
2. Los problemas físicos como irritaciones, dolores y mala postura desaparecen.
3. La mujer puede realizar más fácilmente deportes y actividad física, ya que los pechos grandes no molestarán.
4. Aumenta la confianza de las mujeres que se la realizan, ya que puede desarrollar su vida tal y como lo desea.
5. La mamoplastia reductora conserva más fácilmente los resultados finales, siempre y cuando la mujer no gane demasiado peso o quede en embarazo.
¿Cuándo puedes realizarte la mamoplastia reductora?
Aunque no hay una edad única, la reducción de pecho solo se debe realizar cuando el busto de la mujer está totalmente desarrollado. Es decir, a partir de los 18 años cualquier mujer es apta para la intervención.
Otro momento adecuado para la mamoplastia reductora es después del periodo de lactancia, en caso que la mujer desee realizarse una reducción por problemas físicos o para retomar rápidamente sus actividades.
¿Sabes cómo se realiza la reducción de pecho?
Si ya conversaste con tu médico y llegaron a la conclusión que la mejor opción es la mamoplastia reductora, entonces te vamos a describir cómo se realiza.
Esta es una intervención quirúrgica que necesita anestesia general y dura alrededor de 2 a 3 horas. El doctor, antes de reducir el tejido mamario, piel y grasa, lo que hace es extraer la aureola por completo para reubicarla cuando la extracción de tejidos finaliza.
Como te das cuenta, esta es una intervención simple y ambulatoria que necesita cuidados postoperatorios. Algunos de ellos son no levantar objetos, ni alzar los brazos por encima de los hombros, entre otros esfuerzos físicos. No obstante, la mayor incomodidad no son estos cuidados, sino los drenajes que deberás llevar durante días para que la curación y cicatrización se realicen de forma adecuada.